Diarra, que aterrizó en verano en el Bernabéu después que el Real Madrid pagara al Lyon 26 millones de euros por él, fue una apuesta personal de Fabio Capello y, pese a que, al principio era un intocable en la medular blanca sus críticas hacia el entrenador le llevaron a chupar banquillo.Además, el centrocampista malí no ha demostrado en el R.Madrid, la calidad que derrochaba en el club francés y, es por ello, que, ahora, la entidad blanca estaría dispuesta a desprenderse de él.













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